Una Historia Fantástica

Desde el primer momento, se adivina una tragedia: un granjero con una furgoneta que no frena bien y una vaca que tiene sed y ha de cruzar la carretera para llegar al río. Vaca y furgoneta, partidos en trozos, caen desperdigados por los alrededores, pero el granjero, ni corto ni perezoso, decide montar un puzzle con los restos del accidente, y con el torso de la vaca y el remolque de la camioneta construye un curioso vehículo, que ni corre mucho, ni da buena leche (excepto para los que aprecien el sabor a gasolina). Sin embargo, en un golpe de suerte, se topan con una cabra que está siendo devorada por un lobo. Y el granjero, haciendo uso de su imaginación y su habilidad, logra ensamblar el torso de la vaca y los cuartos traseros de la cabra: la Vacabra ha nacido. Se ha quedado sin camioneta, pero con el dinero que le da el buen queso que obtiene de su híbrido, se compra una mucho mejor.