$24.600
Autor | |
---|---|
Editorial | |
ISBN | 9788413202075 |
EAN |
Sin existencias
«En virtud del triunfo bélico en la guerra del Pacífico (1879-1883), Chile se transformó en una potencia regional que proyectó sus objetivos nacionales al sistema internacional latinoamericano. Lo anterior se manifestó en la ejecución de una activa política exterior que buscó neutralizar las acciones de otros estados sudamericanos (Argentina, Colombia y Venezuela) en contra de sus intereses y, en especial, los intentos de injerencia de los Estados Unidos en Sudamérica. Dicha actitud internacional tuvo como soporte una sociedad relativamente homogénea, políticamente ordenada, un poder militar relevante en la región que se sustentó en una base económica-productiva (gracias a las riquezas salitreras) y el desarrollo de una opinión pública activa y crítica de los objetivos y acciones de Chile en el campo internacional. La política exterior chilena en el área latinoamericana se expresó en una «concepción dinámica» del equilibrio de poder. El Estado chileno, producto de su superioridad estatal, fue consciente de su responsabilidad en el mantenimiento de los intereses nacionales y latinoamericanos en la posguerra, lo que significó oponerse a los objetivos hegemónicos de la potencia hemisférica (Estados Unidos) en un ambiente internacional sudamericano de constante inestabilidad y amenaza. Lo anterior dio pie al desarrollo de una franca rivalidad política y naval entre Chile y los Estados Unidos. El campo de expresión de esta oposición internacional fue la llamada «cuestión de Panamá» en el período de posguerra. En definitiva, sostenemos que la capacidad de reacción chilena en el sistema internacional americano en la década de los años ochenta del siglo XIX, se sustentó en la materialización de una ecuación donde los objetivos nacionales se proyectaron en una «política de poder» que utilizó como principales instrumentos a la diplomacia y el poder naval».