Diccionario De Escritura

$20.700

Autor

Editorial

ISBN

9788476814499

EAN

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En estos tiempos en que vivimos, se podría deducir que el gran déficit del sistema educativo es la lectura. Pues no hay departamento de educación de cualquier comunidad autónoma que no esté preparando su particular plan de lectura. Consideran, creo que ingenuamente, que, una vez puesto en práctica dicho plan, la mayoría de los problemas generales del aprendizaje, que asolan a los alumnos y llenan de vergüenza a los gobiernos, se solucionarán como por ensalmo. Pues bien, aun considerando y juzgando en su justa medida la importancia capital que tiene el desarrollo de la competencia lectora de un niño o de un adulto en su formación intelectual y ciudadana, cabe apuntar como verdad indiscutible que el verdadero déficit del sistema educativo es, en realidad, la escritura. Y que se trata de un déficit no de hoy, ni de ayer, sino que bien puede calificarse de histórico. Se podrá decir más alto, pero no con más claridad: en las escuelas y en los institutos de este país no se ha escrito jamás. Por tanto, no es de extrañar que la mayoría del personal sea ágrafo, incluso gran parte del profesorado que imparte clases de lengua y de literatura. El alumnado de hoy no es que escriba bien, regular o mal. Es muchísimo peor: no escribe. Se trata de una deficiencia educativa estructural que afecta, que viene afectando desde antiguo, a las escuelas, a los institutos y, también, a las universidades. El alumnado pasa su periplo curricular lingüístico sin escribir un sintagma, excepto en épocas de exámenes, cuya técnica escrita tampoco se enseña, sino que se aprende autónoma y autóctonamente a base de suspender.