Borges, Agonismo Y Epigonía

Borges es un escritor admirable empeñado en destruir la realidad y convertir al hombre en una sombra”. esta lúcida afirmación (entre tantas de igual sesgo) tiene el defecto de atribuir al admirable escritor el caprichoso proyecto de inocular irrealidad y fantasmagoría a la existencia, no advirtiendo que lo que tiene de admirable ese escritor reside, precisamente, en que su obra da ocasión para reconocer la verdad de semejante predicamento: la ficción borgeana pone de manifiesto que la verdad es ficción –la ficción por cuya fuerza perfomativa la vida cobra sentido y se hace memorable, esto es, real-; su sostén: una memoria que es, a la vez, retención y olvido de la literatura que la trama. el tiempo que recurre como un río; la historia y el devenir otro a través de la vida; el arte y la memoria como espejo por el cual el sujeto reconoce su espectral identidad; son metáforas que quedan en el texto borgeano asociadas al libro y a la experiencia de la lectura. dentro de los límites del presente volumen nos empeñamos por comprender esa verdad, recorriendo (como magris el danubio) los vericuetos internos de la escritura borgeana (su intrincada trama ensayística y narrativa) y el derrotero de su gradual elaboración.