Abuelos

¿Y vio que también él tenía¿ Los ojos tristes como las estrellas de la noche y las pestañas cortas como hierbas recién segada y la piel arrugada como las nueces de una tarta y los labios secos como la arena del desierto y el pelo blanco como una nube de verano y las piernas flaquitas como las de una golondrina¿ Una historia de amor, del verdadero amor que no muere con el tiempo. Así son los Manuel y Manuela: abuelitos, viejitos. Don Manuel se siente muy animado por el baile que habrá en la plaza del pueblo con ocasión de la llegada de la primavera, época en la que las flores nacen y la naturaleza se llena de belleza. Corre presuroso a invitar a Manuela, quien tarda demasiado en arreglarse para salir. Los años han pasado para ese par de abuelos y con ellos se han ido esfumando la mocedad y el vigor. ¿..sin embargo¿ ¿¿..ellos son tan bonitos como la luna y el amor ha permanecido a pesar de todo. ¿Lo esencial es invisible a los ojos, sólo se ve con el corazón.