Santos De Mi Devoción

$5.600

Autor

Editorial

ISBN

9789568865054

EAN

Hay existencias

“Santos de mi devoción”, el cuento que da título al volumen, es un lúcido retrato del arribismo nacional en los albores del siglo veintiuno, así como “La Pachacha”, de Rafael Maluenda, retrató el arribismo en las primeras décadas del siglo veinte. Parece que a pesar de los cambios ocurridos en Chile a lo largo de cien años, los chilenos seguimos siendo los mismos. Rivera no recurre, como lo hizo Maluenda, a una gallina sin pedigree que es aislada en el gallinero por robustas ponedoras para caricaturizar a la sociedad. Nada de eso. Su personaje es un joven emprendedor empecinado en hacer fortuna, lo que parece un leit motiv en el Chile actual. Pero, como a veces sucede, no hay escrúpulos ni moral de ninguna especie capaz de frenar las ansias de riqueza del protagonista, que lo llevan a cambiar sus apellidos por otros más vinculantes y a inventarse una historia familiar y una parentela inexistente con tal de trepar en la escala social y en la económica. La historia es cruel, descarnada, sarcástica. Está construida con rara perfección, por etapas bien delimitadas, que el autor llama Proyecto, Presentación y Ejecución. Esta última se divide en cinco etapas, cada una de las cuales va mostrando el proceso que conduce al protagonista a consolidar su plan cuidadosamente elaborado, a partir de la primera frase del relato: “En 1983, a los veintiocho años de edad Eleodoro Rebolledo decidió ser rico”(Pág. 23). Y lo fue. Se casó, formó una familia, tuvo hijos. Vivió, en suma, y envejeció. Y en el fondo, muy en el fondo de su éxito objetivo, la subjetividad de su vida auténtica le pasó la cuenta. Pero eso no está dicho, se desprende, como una verdad omnipresente, del relato dinámico, directo, envolvente.