Henri Rousseau : Escritos 1884-1914

$20.640

Autor

Editorial

ISBN

9788494134241

EAN

Sin existencias

«Pocos artistas fueron más degradados en vida que el Aduanero, y pocos hombres opusieron una cara más complacida a las mofas, a las groserías con que lo hostigaban. Este viejo cortés tuvo siempre el ánimo tranquilo, y, gracias a una feliz cualidad de su carácter, interpretaba interesadamente en las burlas que los que mayor aversión le tenían estaban en cierto modo obligados a opinar de su obra. Por supuesto esta serenidad no era otra cosa que orgullo. El Aduanero era consciente de su fuerza. Una o dos veces se le escapó que era el mejor de los pintores de su tiempo. Y es posible que en bastantes aspectos no se equivocara mucho. Porque si bien de joven no recibió una educación artística (y eso se nota), parece que, en la madurez, cuando quiso pintar, observó a los maestros con pasión y fue casi el único entre los modernos que adivinó sus secretos. Sus defectos consistieron solo a veces en un exceso de sentimiento, casi siempre en una bonhomía popular de la cual no habría podido sustraerse y que contrastaba bastante con sus proyectos artísticos y con la actitud que había podido adoptar en el arte contemporáneo. Pero ¡qué cantidad de cualidades! ¡Y qué significativo que la juventud artística las haya adivinado! Hay que felicitarla, sobre todo si su intención no es solo honrarlas, sino también hacerlas suyas.