Alexander Von Humboldt Y El Incio De La Biología Marina.:

$3.200

Autor

Editorial

ISBN

9789562272827

EAN

Sin existencias

El sabio alemán fue un intelectual de su tiempo, con la ventaja de pertenecer a la nobleza ilustrada. Los estudios universitarios y los contactos con destacados naturalistas abarcaron economía, geografía política, botánica y geología (“geognosia”), destacándose primeramente en observaciones de la cuenca del Rin y en el cargo de Superintendente de Minas de Prusia. Además, el interés de Humboldt por la ciencia estuvo asociado a la utilización de los recursos naturales en función del bienestar social. Se trataba de la cultura humanista que también se manifestó en su amistad con Goethe, Schiller y otros escritores de la época. La preparación del viaje al Nuevo Mundo demandó un año de acopio de antecedentes y de los equipos disponibles para enfrentar la exploración de territorios poco conocidos, lo cual incluyó un pasaporte especial que otorgó el Rey de España. Así, antes del zarpe, Humboldt escribió: “Estoy facultado a servirme con toda libertad de mis instrumentos físicos y geodésicos; puedo efectuar observaciones astronómicas en todos los dominios españoles, medir la altitud de las montañas, coleccionar los productos del suelo y realizar todas las operaciones que tenga a bien practicar en nombre de la ciencia.” Con todo, es indudable que la compañía del botánico francés Aimé Bonpland fue el más valioso complemento de la expedición en sus cuatro años de desarrollo y en el análisis de sus resultados que se prolongó más de un siglo. Lo demuestra el profesor Stuardo en su aporte bibliográfico que exigió varios años de consultas en bibliotecas de Europa y Estados Unidos, en tanto la documentación existente en América Latina es menor. Las obras citadas de Humboldt y Bonpland van desde 1805 a 1949 (Anexo II), aparte de lo cual existen publicaciones interpretativas de otros autores que también analiza el Dr. Stuardo. El mayor tiempo y espacio del viaje histórico cubrió territorios de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y México –“cuatro virreinatos y cinco capitanías generales de la Nueva España”- donde junto con examinar la constitución geológica, la vegetación y otros elementos naturales, se describieron las costumbres de los habitantes, la agricultura, la minería, los progresos del comercio y las rentas fiscales. En cambio, la observación directa del Mar del Sur quedó circunscrita a la estadía de Humboldt en la costa del Perú, entre Callao y Trujillo, en la primavera de 1802, y durante la navegación con rumbo a Guayaquil y Acapulco. La principal conclusión, corroborada con los informes de otros exploradores marítimos, destacó la baja temperatura del mar en la franja costera en contraste con la zona oceánica para una misma latitud, como fenómeno climático del litoral sudamericano. La descripción cartográfica de la corriente abarcó desde el centro-sur de Chile hacia Perú y Ecuador, con un desvío hacia el oeste en la línea ecuatorial.